El edema pulmonar es conocido como un síndrome derivado de la acumulación de líquido en los espacios alveolares, cuyos principales síntomas son la hipoxemia y la disnea. Esta afección se clasifica en edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico, y a continuación mencionaremos las diferencias entre cada uno de ellos y cómo se lleva a cabo su respectivo diagnóstico.
En qué consisten el edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico
El edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico presentan cada uno ciertas particularidades.
El primero de ellos es entendido como un cuadro clínico que suele secundar la insuficiencia aguda del ventrículo izquierdo o la estenosis de la válvula mitral, sumado a un posterior incremento de la presión en los capilares pulmonares y el derramamiento de líquido en el intersticio y en los alvéolos pulmonares. El edema pulmonar cardiogénico es considerado una emergencia cardiológica delicada y suele derivarse de cualquier situación que conlleve a un aumento de la presión capilar pulmonar, bien sea un infarto agudo al miocardio, insuficiencia cardíaca izquierda por cualquier causa, etc.
Por otra parte, el edema pulmonar no cardiogénico consiste en la aparición acelerada de edema en los alvéolos pulmonares, producto de una lesión a la microcirculación o del aumento de la permeabilidad capilar.
Cómo se diagnostican el edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico
En cuanto al diagnóstico del edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico, este es clínico y radiológico. La persona que lo padece suele manifestar hipoxemia y disnea, y los resultados de la radiografía del tórax señalan ocupación alveolar bilateral por líquido.
Si bien es cierto que la fisiopatología del edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico es diferente, ambos tipos de afecciones vienen acompañados de taquipnea y otras señales de insuficiencia respiratoria.
Asimismo, al momento de la auscultación de los sonidos cardíacos, el proveedor de la salud es capaz de identificar un soplo diferente, un tercer o cuarto ruido o ambos a ritmo de galope. Sin embargo, en algunas ocasiones, la sintomatología y las evidencias obtenidas a partir del diagnóstico no son suficientes para establecer de cuál tipo de afección se trata entre el edema pulmonar cardiogénico y no cardiogénico.