El edema pulmonar es una afección cuyo origen se debe a la acumulación de líquido en los pulmones, dando como resultado una dificultad respiratoria y ciertas molestias que disminuyen la calidad de vida del paciente. Afortunadamente, este problema puede ser tratado pero, para ello, primero es necesario llevar a cabo el diagnóstico de edema pulmonar, a los fines de comprobar que se trate de esta afección y así tomar las medidas necesarias que garanticen la salud del paciente.
En qué consiste el diagnóstico de edema pulmonar
Una vez que comienzan a manifestarse los síntomas de esta condición, es importante asistir a consulta médica para ser partícipe de las evaluaciones y pruebas pertinentes que permitan confirmar o negar el diagnóstico de edema pulmonar.
Básicamente, el diagnóstico de edema pulmonar, tanto cardiogénico como no cardiogénico, se trata de un procedimiento clínico y radiológico. Los pacientes que presentan la afección suelen tener hipoxemia y disnea, y en los resultados de una radiografía del tórax puede evidenciarse la ocupación alveolar bilateral por líquido.
A pesar de que la fisiopatología de ambos tipos de edema pulmonar es diferente, estas afecciones se caracterizan por signos como la taquipnea y otros síntomas de insuficiencia respiratoria.
Igualmente, al llevarse a cabo la auscultación de los latidos del corazón, el médico o especialista puede llegar a identificar un soplo inusual, un tercer o cuarto ruido o ambos a ritmo de galope. No obstante, algunas veces los síntomas y señales obtenidas a partir del diagnóstico de edema pulmonar no son suficientes para determinar de qué tipo de problema se trata, si es acaso un edema pulmonar cardiogénico o no cardiogénico.
¿Qué hacer posterior al diagnóstico de edema pulmonar?
Una vez realizadas las pruebas y exámenes pertinentes y confirmado el diagnóstico de edema pulmonar, el médico o proveedor de la salud se encargará de recetar el tratamiento más conveniente, a partir del conocimiento de la causa o factor subyacente que ha desencadenado la afección y de la condición o estado de salud del paciente.
Por lo tanto, seguir las indicaciones del especialista será indispensable para solventar el problema y asegurar, de esta manera, su salud y bienestar.